sábado, 29 de diciembre de 2012

Mi abuelo y yo

Cuando yo era pequeña, el día antes de Reyes mi abuelo siempre me llevaba a la cabalgata. Me gustaba mucho ya que tiraban caramelos, aunque alguna vez me caía algún que otro caramelo en la cabeza. Luego llegaba a casa y mis regalos ya estaban allí. Olía mucho a camello y las galletas y la leche ya no estaban. Mis padres llegaban después de trabajar. Más tarde, cuando tenía 7 años, mi abuelo enfermó y no me pudo llevar a la cabalgata. Yo me puse bastante triste. Cuando me fui a dormir, tenía regalos, pero no me importaban; yo solo estaba preocupada por mi abuelo. A la mañana siguiente, me levante y me dispuse a ver a mi abuelo. Mis padres ya estaban en su habitación. -Buenos días.-dije con ilusión. - ¿Qué tal estas? -Mucho mejor, ya no tengo fiebre y la tos va desapareciendo poco a poco. –me contestó él. -Yo creo, que se puede levantar y comer con nosotros. -Me dijo mi made ilusionada. Nos dispusimos a comer, ¡me encontré la sorpresa del roscón! Ese día fue el mejor de toda mi vida. Mi abuelo se había recuperado y aunque no fui a la cabalgata, me lo pasé genial con mi familia. Virginia Fernández

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