lunes, 3 de diciembre de 2012

ESTOS NEÑOS DEL REFALFIU

     Malos tiempos corren hoy en día, malos tiempos se presagian para mañana. Aunque placentera sea mantener esa visión de bonanza, a la que gustosamente nos hemos acostumbrado estos últimos 15 o 20 años, se me antoja una quimera no asumir esta realidad. Sobre todo, si pensamos en los niños, en vuestras hijas e hijos, en el alumnado. No quiero ser agorero, pero es probable que se les presente un futuro más complicado que al de la generación de sus padres. Un futuro de más esfuerzo, de más preparación, de más emigración, para al final posiblemente, conseguir menos.
      Por mucho que soñemos y rebusquemos no aparecerán salvadores en forma de Robin Hood, sino al contrario, pues una buena parte de esa clase poderosa, compuesta de financieros sin escrúpulos, empresarios explotadores y políticos corruptos, serán los encargados de dar vida a otro personaje ficticio a la vez que dañino; lo bautizaremos Pobin Hood, ya saben…… ése que ”robaba” a los pobres para dárselo a los ricos.
      Esa mentalidad de oportunismo, facilidad y opulencia con la que han crecido tantos niños y niñas que todavía lo son, no hará más que lastrarles en su formación y en sus expectativas de futuro. Por tanto, y es la humilde opinión de quien les escribe, considero que gran parte de las familias que envuelven a sus hijos en esa capa de sobreprotección edulcorada, convirtiéndolos en los Neños del Refalfiu les están haciendo un flaco favor. Aunque quieran, como es lógico, lo mejor para ellos.
     Entre familias y docentes debemos de ser capaces de quitar poco a poco esa capa superficial, para conseguir que la Educación cale más hondo, permitiéndonos un modelado bien intencionado, que sea capaz de reforzar con una serie de valores, la personalidad de nuestros escolares. La sociedad descarnada que les espera, debe encontrarse con personas preparadas, capaces e íntegras. Personas que busquen y construyan un mundo más justo, donde los Pobin Hood de hoy en día tengan cada vez menos cabida.

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